Enrique Paredes, nuestro Engineer Manager, desmonta los mitos en torno al impacto de la inteligencia artificial en la ciberseguridad sanitaria: “hay avances, sí, pero aún no hay revolución”.
La IA en ciberseguridad: entre el entusiasmo y la realidad
La inteligencia artificial ha entrado en el terreno de la ciberseguridad sanitaria con grandes expectativas, pero según Enrique Paredes, de Telómera, su impacto hasta el momento ha sido incremental, no transformador. Las mejoras son notables en tareas como la detección de anomalías y el análisis de tráfico de red, pero siguen sin modificar los fundamentos de la arquitectura de protección, donde se mantienen modelos robustos y bien establecidos.
A pesar de la evolución tecnológica, la IA aún no ha desplazado el enfoque tradicional en los entornos sensibles, donde prima la prudencia frente a lo experimental. Sin embargo, se han logrado avances concretos: desde la aplicación de IA en cortafuegos de APIs hasta la automatización del análisis de logs, aportando eficiencia sin comprometer la seguridad.
Más allá de la protección perimetral, las IAs generativas están abriendo nuevos horizontes. No sólo aceleran el acceso a conocimiento técnico, sino que permiten personalizar la formación en ciberseguridad y anticipar posibles vulnerabilidades. Pero esta moneda tiene otra cara: los ciberdelincuentes también la están aprovechando para perfeccionar ataques como el phishing y la suplantación de identidad.
Os dejamos 5 ideas que resumen lo que cuenta Enrique en la entrevista:
- La IA ayuda, pero no sustituye los modelos tradicionales.
En ciberseguridad sanitaria, las soluciones basadas en IA son complementarias. Los modelos de protección clásicos siguen siendo el núcleo, especialmente en entornos críticos.
- La IA para mejorar la Automatización y análisis de datos: El uso de IA ha optimizado el análisis masivo de datos y la detección de comportamientos anómalos, permitiendo respuestas más rápidas ante amenazas.
- Las IAs generativas transforman la formación interna.Estas herramientas permiten diseñar entrenamientos específicos para equipos técnicos y de gestión, facilitando el aprendizaje continuo y adaptado.
- Los atacantes también usan IA para afinar sus técnicas.Casos como la clonación de voz en tiempo real para fraudes evidencian que la IA no es exclusiva de los defensores: el arma es de doble filo.
- La clave sigue siendo la conciencia humana.La tecnología puede proteger hasta cierto punto, pero el factor humano (formado, alerta y consciente) es el verdadero cortafuegos frente a muchas amenazas.
Esta reflexión de Enrique Paredes invita a desarrollar una mirada crítica: no se trata de subestimar el valor de la IA en la ciberseguridad, sino de reconocer sus límites actuales. La clave está en avanzar con paso firme, combinando innovación, experiencia y sentido común.
Os dejamos la entrevista completa en el siguiente enlace.